Dani superó su primer cáncer a los 17 años con una cirugía que le dejó una discapacidad en la pierna. Le dijeron que nunca volvería a andar sin muletas y lleva más de 8 años y más de 60.000 km viajando en bicicleta. El pasado 2020, a Dani le diagnostican un segundo cáncer, en esta ocasión de colón. Cuando pensaba que lo había superado ahora se está sometiendo a otro tratamiento de quimio mientras no deja de viajar con su pareja Judith.